Esencias florales de Bach

Para citar este artículo:
Sarmiento Botero, Jaime Norberto (Marzo de 2016). Esencias florales de Bach. Web universo arke. blog-topos, Escritos. Recuperado de: https://www.universoarke.com/blog-topos/escritos/esencias-florales-de-bach. Octubre 04, 2024 - 06:21
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Rosa (Rosaceae)
Rosa (Rosaceae)

Edward Bach nace en 1886 en Moseley (Inglaterra). Fue el mayor de tres hijos. De chico tuvo un gran afán de saber y un profundo amor y respeto por la naturaleza, ello se hizo manifiesto en su alma a través de la luz y la grandeza que irradiaban sus acciones.

En su juventud trabajó con varios obreros de latonería (empresa familiar) y conoció la gran incapacidad de éstos para procurarse atención médica en caso de necesidad, siendo el motor que impulso y dio fuerza a los estudios investigativos y a sus posteriores descubrimientos. Su lucha, todo el tiempo, fue por servir a las necesidades de las personas que sufrían de manera inconsciente y que buscaban en lo externo, la soluciones a sus necesidades internas, confiando en quienes decían conocer las causas de todos los males, llámese éste sacerdote, medico, político, como posibles espejos de la humanidad.

Bach ingresó a la Universidad Birmingham a los 20 años de edad, se gradúo como médico en 1912 y pasó a la Universidad de Cambridge, donde estudio salud pública. A finales de 1912 fue nombrado médico cirujano en el National Temperance Hospital, abrió un consultorio en la calle Harley Street de Londres, junto con los mejores médicos de la época y decepcionado por la respuesta clínica con los tratamientos ortodoxos, se hizo Bacteriólogo en el Hospital Universitario.

Al no ser reclutado para la guerra, en 1914, queda a cargo de 400 camas en el Hospital Universitario, allí adquiere mayor experiencia y observa en casos concretos sus postulados: que los medicamentos no curaban las necesidades de los pacientes, sino que podían quitar los síntomas a corto plazo; pero pasado el efecto, reaparecían nuevamente los cuadros clínicos y, en ocasiones hasta empeoraban.  

Entre 1915 y 1916 es nombrado jefe de Bacteriología y comienza nuevas investigaciones; esta vez en cultivos de materia fecal y de orina; en ellas encontró que los pacientes con  ciertas personalidades y patologías crónicas presentaban bacterias típicas de su enfermedad; es decir, bacterias que no se encontraban en los pacientes sanos. Concluyo que mientras no cambiaran de actitudes y pensamientos,  las bacterias reaparecerían en sus vísceras, al igual que los síntomas que inicialmente se habían tratado con  medicamentos o vacunas, producto de los cultivos.[1]

En 1917 es operado de urgencias por una hemorragia intestinal que puso en peligro su vida; le diagnosticaron cáncer, con un pronóstico de vida de tres meses, padeciendo  dolores por largo tiempo. Convencido de que no existen obstáculos para la persona que tiene amor, interés y propósito de vida definido, consigue hacer investigaciones con  vacunas de la flora intestinal propia, y con las de los pacientes que le consultaban; logrando resultados clínicos significativos.

En 1918 aplica vacunas de influenza, salvando miles de soldados y extranjeros y hacia  1920 hace sus primeras publicaciones de hallazgos homeopáticos, aumentando su fama como bacteriólogo; entre ellas se encuentran:

The Relation of Vaccine Therapy to Homoeopathy, The British Homoeopathic Journal, April 1920. (Trabajo que fue utilizado como material para una exposición que hiciera Bach para la London Homoeopathic Society ese mismo mes).

Bach E.; Teale F.H. (1920). «The Nature of Serum Antitrypsin and its Relation to Autolysis and the Formation of Toxins». The Proceedings of The Royal Society of Medicine

The Relation of Autotryptic Titre of Blood to Bacteria Infection and Anaphylaxis, F.H. Teale & E. Bach, The Proceedings of The Royal Society of Medicine, 1920.

The fate of ‘washed spores’ on inoculation into animals, with special reference to the Nature of Bacterial Toxaemia, F.H. Teal & E. Bach, Journal of Pathology and Bacteriology, 1920.

Entre 1919 y 1922 hace estudios homeopáticos en el London Homeopathic Hospital,  donde encuentra que el pensamiento clínico terapéutico del médico es opuesto al pensamiento ortodoxo. Allí aprende y comprueba que lo semejante cura lo semejante, mientras que en la medicina ortodoxa, el paciente se cura usando productos que ataquen o se opongan a la enfermedad, como los antibióticos, antiinflamatorios, antihistamínicos, etc.

En 1923 viaja al país de Gales y mientras descansaba en su casa campestre, una mañana sintió que el rocío de las flores que recibían el sol, tenía mayor vibración que el rocío de las flores que estaban en la sombra. Así descubrió que el sol actuaba como revitalizador y fuente de energía en las flores y que ellas son la parte de la planta con mayor poder vibracional; en la corola y en la flor, está el principio energético curativo de mayor potencial, a través del rocío expuesto al sol. De allí extrajo sus primeras tres esencias de flores: La impaciencia, para la impetuosidad; mímulo para los miedos conocidos y clemátide para desatentos y soñadores.

El Dr. Bach considera que una buena terapia no debe producir más dolor al paciente de el que él ya posee, pues en su mayoría, los síntomas más importantes son los psíquicos, por lo tanto, éstos deben ser tratados antes que los físicos. Es así como investiga los distintos tipos de personalidad en los hombres y encuentra que las flores tienen un efecto terapéutico de orden vibracional, actuando en el paciente en sus procesos físicos, pero curándolo desde niveles superiores (psíquicos). También comienza a explorar con sus pacientes dosis suministradas por vía oral, teniendo efectos terapéuticos mejores que los obtenidos en el pasado con las vacunas intramusculares Propuso que los medicamentos no fueran agresivos, que su efecto fuera amable y seguro, que curaran la psique y el cuerpo y que no causaran dolor.  

En febrero de 1930 publica su trabajo “El mundo homeopático y algunos nuevos remedios y su utilización”. Luego en la postrimería de su vida, publica el libro “Cúrese usted mismo”, el cual escribe con un lenguaje sencillo y claro, a cualquier pensamiento profano.

En 1933 el Colegio Médico lo amenaza con excluirlo de su reconocimiento, en caso de seguir difundiendo, a través de sus escritos, conocimientos clínicos que estuvieran al alcance de cualquier persona que no perteneciera al campo de formación de la medicina.

Su concepción médica va más allá de la medicina ortodoxa (oficial) y conceptúa:

“Los esfuerzos enfocados exclusivamente en el cuerpo sólo pueden conseguir una reparación superficial del padecimiento- pero nunca su curación- pues la causa de la enfermedad sigue actuando igual que antes y puede aparecer en cualquier momento en una forma nueva”.

“La enfermedad nunca se podrá curar o aliviar realmente con los métodos materialistas empleados actualmente, porque su origen no reside en lo material”.

“Incluso cuando un tratamiento materialista tiene un éxito aparente, ello no supone más que un alivio transitorio en tanto no se ha eliminado la causa verdadera”.

“Porque lo que entendemos como enfermedad es solo el resultado final físico de la acción prolongada de fuerzas subyacentes”.

“Como la enfermedad, por su esencia, es el resultado de un conflicto entre nuestro ser superior y nuestra personalidad, solo se la podrá eliminar realmente mediante esfuerzos mentales y espirituales”.

“La enfermedad no es una crueldad ni un castigo, sino solo y únicamente un aviso: es un instrumento del que se sirve nuestra propia alma para mostrarnos nuestros errores, prevenirnos de otros e impedirnos cometer mas daños; para devolvernos al camino de la verdad y de la luz, del que nunca deberíamos habernos apartado”.

“No hay una auténtica curación sin un cambio en la orientación de vida, sin paz en el alma y la sensación interior de felicidad”.

“Como parte de la gran idea de la Creación cada ser humano posee un alma inmortal y una personalidad mortal- lo que representa aquí en la tierra- Íntimamente ligado con el alma está el Yo Superior que, por decirlo de alguna manera, actúa como mediador entre el alma y la personalidad”.

“El alma conoce la correspondiente misión del hombre y tiene el afán de expresar esta misión con la ayuda del Yo Superior a través de la personalidad de carne y sangre y transformarla en una realidad concreta. Al principio, la personalidad  no conoce esta misión”.

“Las virtudes de nuestra naturaleza superior son: la dulzura, la fuerza, el coraje, la constancia, la sabiduría, la alegría, la tenacidad, grandes poetas de todas las épocas las han cantado como las cualidades nobles del carácter”. [2]

Cuando se habla de medicinas vibracionales se debe reconocer el cuadro clínico del paciente, ya que lo primero que se altera es su estado de ánimo; es decir, hay cambios psíquicos antes de que aparezca la enfermedad en el plano físico, lo que médicamente se llama Pródromos, (irritabilidad, intolerancia, mal genio y alteraciones variables en su estado de ánimo) es allí donde debe comenzar a actuar la esencia floral.

Cuando se comprende que el problema de la salud no es el manejo del signo o el síntoma físico, se hace un correcto manejo vibracional con las esencias florales en los estados psíquicos no armónicos o en sus procesos sensitivos negativos. Por eso se dice que se llega a la raíz del problema,  cuando se conoce acerca de su causa.

La vibración armónica de cada esencia floral proviene “de determinadas plantas de orden superior” que actúan en los planos emocionales o psíquicos  disarmónicos del paciente, y que al introducir con frecuencia esta vibración el paciente se equilibrará; ello hará que se presenten cambios físicos y que cada órgano realice correctamente su función.

Esta acción terapéutica tiene su efecto, más sobre el carácter del individuo, que sobre la enfermedad psíquica. Es por ello que no se requiere de conocimientos médicos o científicos para hacer un correcto manejo de las esencias con resultados terapéuticos positivos. Ello se corrobora en el planteamiento del Dr. Mechthild Scheffer cuando expresa: “la esencia floral de Bach restablece, como si fuese un catalizador, el contacto entre el alma y la personalidad, bloqueado en este punto. El alma puede hacerse escuchar de nuevo por la personalidad”[3]

La planta de la que se extrae la esencia debe ser silvestre y el método es natural, conocido por los indios en la antigüedad para liberar el alma o la esencia de la planta de la flor física, por medio del sol o la cocción. Ésta vibración queda en el agua como sustancia portadora que entra en contacto con los cuerpos energéticos y envuelven al cuerpo físico, restableciendo el contacto del Yo Superior con la personalidad.

En enfermedades agudas, se debe preguntar que alteración en el carácter precipitó la(s) manifestación(es) clínica(s); y en enfermedades crónicas, la curación puede iniciarse con sorprendente rapidez si se logra descubrir que sentimiento desagradable quiere eludir al mantener su enfermedad. Se debe seleccionar una o dos esencias florales para cada paciente, pero al principio el terapeuta puede emplear de 5 a 7 esencias en un solo frasco y armonizar con la esencia de Lotus.

Las esencias están preparadas con base en alcohol- Brandy o Ginebra- como conservante del principio básico (no es un medicamento, ni sustancia aromática). Cuando una enfermedad impide el uso de alcohol - como en pacientes con cirrosis - se puede diluir en agua, jugos o cualquier alimento frío para administrarla al paciente. La dosis deberá ser de 4 a 7 gotas sub-linguales, 3 o 4 veces al día; se las puede retener unos instantes, luego se tragan.

Las tomas pueden ser más frecuentes, de acuerdo a las circunstancias, en situaciones críticas se toman o aplica cada 10 ó 15 minutos por una o dos horas, o hasta que el paciente se sienta mejor. En pacientes inconscientes, con insuficiencia renal, o traumatismos severos, se puede usar tópicamente sobre el sitio de lesión o en contacto con la piel o las mucosas.

La siguiente es la lista de las 38 esencias que dejó como herencia a la Humanidad el Dr. Edward Bach:

 

FLOR

DESCRIPCION ESTADO EMOCIONAL

1

Agrimonia

Atormentado interiormente pero muestra semblante de alegría

2

Alamo Temblón

Temores, miedos de origen desconocido

3

Haya

Intolerancia critica a los demás sin reconocer errores propios

4

Centaura

Sumisos, obedientes

5

Ceratostigma

Intuitivos pero no se escuchan, buscan confirmación en los demás

6

Cerasífera

Miedo, temor de perder la razón

7

Brote de Castaño

No aprende las lecciones de experiencias de vida.

8

Achicoria

Posesivos, egoístas, dramáticos con los familiares y allegados.

9

Clemátide

Soñadores, huyen de la realidad

10

Manzano silvestre

Orden, perfección, sensación de suciedad impureza

11

Olmo

Abrumado por las responsabilidades

12

Genciana

Falta de fe, desanimo,  depresiones

13

Aulaga

Sin esperanza, desesperanza

14

Brezo

Preocupado por si mismo, no escucha

15

Acebo

Cuando falta amor Universal, presenta odio, rencor, resentimientos, celos

16

Madreselva

Anclados en recuerdos del pasado

17

Hojarazo

Cansancio y agotamiento mental no físico

18

Impaciencia

Irritabilidad, mal genio, impaciencia

19

Alerce

Complejo inferioridad, falta de confianza en si mismo

20

Mímulo

Miedos conocidos, falta de valor

21

Mostaza

Sombría melancolía, depresiones de causas desconocidas

22

Roble

Luchador, agotado no se da por vencido

23

Olivo

Agotamiento físico y mental, falta energía

24

Pino

Culpa, desánimo, autorreproche

25

Castaño Rojo

Exesivo interés y preocupación por otros

26

Heliantemo

Terror, pánico, pesadillas

27

Agua de roca

Duros consigo mismos, reprimidos

28

Scleranthus

Indecisión, inseguros, vértigos

29

Estrella de Belén

Traumas físicos, emocionales o mentales, dolores y tristezas

30

Castaño dulce

Angustia mental extrema, llegó al límite de su resistencia

31

Verbena

Exceso de entusiasmo, fanatismo

32

Vid

Dominio, inflexibilidad, lucha por el poder

33

Nogal

Dificultad, incapacidad de enfrentar los cambios y las circunstancias externas

34

Violeta de agua

Orgullo, sentimiento de superioridad con aislamiento, poca implicación emocional

35

Castaño Blanco

Pensamientos no deseados, imposibilidad de liberarse de diálogos mentales

36

Avena silvestre

Incertidumbre de camino a seguir en la vida y sus ambiciones

37

Sauce

Resentimiento callado, amargura, actitud de victima

38

Remedio de urgencias o rescate

Accidentes, desmayos, malas noticias, nerviosismos, pánicos.

 

Posteriormente, investigadores de todo el mundo han desarrollando nuevas esencias de flores, adaptándose a las necesidades y al desarrollo de conciencia de la humanidad del siglo XXI; entre ellos se encuentran Patricia Kaminski y Richard Katz con Flower Essence Society y Lila Devi en Masters Flower Essences en los EEUU, Neide Margonnari en Sao Paulo Brasil, Tanmaya y Vasudeva-Kadambii  en Australia, Jose Maria Calvo Sanz a través de Nestinar en España, Sabina Pettitt en Canadá, Jorge Luis Raff  y el alemán Andreas Korte en Argentina; quienes han creando diversas esencias y elixires de orquídeas, cuarzos, cristales, plantas, zetas, animales, entre otros.

 

Bibliografía

BACH, Edward. Las Flores De Bach: Cúrese Usted Mismo. Editorial EDAF: Madrid, 2009

RAFF, Jorge Luis. Esencias Conscientes Energéticas Florales. Continente: Buenos Aires. 1996

ROJAS, Santiago. Manual de esencias vibracionales del mundo. SIU: Tutuava. 2006

SCHEFFER, Mechthild. La terapia floral de Bach: Teoría y Práctica. Urano. 1992.

_______. Experiencias con la terapia floral de Bach. Urano. 1994

 

Webgrafía:

http://www.alkimiaesenciasflorales.com/

http://www.alkimiaesenciasflorales.com/catalog/index.php?cPath=22_112

http://www.elportaldelasalud.com/index.php?option=com_content&task=view&...

http://www.enbuenasmanos.com/articulos/muestrasub.asp?sub=0323

http://www.esenciasflorales.net/

http://es.wikipedia.org/wiki/Flores_de_Bach

http://www.institutobiologico.com/dowloads/FLORBACH.PDF

http://www.isabelaherranz.com/ap_entrevistas/art_andreas.htm

 

[1] En homeopatía estas vacunas se llaman NOSODES y se inyectan a los pacientes -de manera intramuscular- con excelentes resultados. Bach aplicaba a los pacientes la segunda dosis antes de que terminara el efecto terapéutico de la primera aplicación; pero no le agradó que fueran dolorosas y que produjeran miedo a ciertos pacientes, ello lo anima a seguir investigando.

[2] BACH, Edward. Las Flores De Bach: Cúrese Usted Mismo. Editorial EDAF: Madrid, 2009

[3] SCHEFFER, Mechthild. La terapia floral de Bach: Teoría y Práctica. Urano. 1992. Pág. 23